Nombre: Belphegor.
Descripción Física: Se trata de un espécimen de angelito no especialmente alto, más bien bastante canijo y delgaducho, de alas blancas cubiertas por suaves plumas, rubios cabellos no más largos de la nuca y ojos de un azul brillante cubiertos de forma permanente por un tupido flequillo a través del cual él puede verte, pero tú a él no.
Encantadora a la par que siniestra sonrisa presente en todo momento en sus labios, mostrando dos hileras de dientes blancos y perfectos. Sobre la cabeza, una tiara, y, por sus venas, sangre real, o al menos eso dice él.
Al contrario que sus angelicales compañeros, adoptó la vestimenta propia de los humanos, y cubre su cuerpo con camisetas de rayas algo grandes para dejar su hombro al descubierto y pantalones de cuero, ajustados, demasiado ajustados para no considerarse una continua provocación al prójimo. Completan el conjunto unas botas y un abrigo largo.
Y debajo de dichas prendas está uno de los motivos principales por los que, cuando algo es bueno, se dice que es celestial. De la delicada anatomía del Belphegor se puede destacar su blanca y aterciopelada piel, únicamente manchada por una marca en forma de media luna en el vientre, y su estrecha cintura, en comparación con unas caderas anchas – con la forma idónea para ser acariciadas, así como sujetadas –, que dan paso a unos muslos que se marcan perfectamente en sus pantalones. Esa figura de formas curvas, junto a la suavidad de sus movimientos, lo hacen poder compararse con un felino…
Descripción Psicológica: … no solo en belleza, sino también en carácter. Burlón, con un ego de magnitudes considerables, es literalmente el príncipe allá donde vaya. Nunca, bajo ningún concepto, hagas lo que hagas, seas quien seas, aunque estuviera bajo amenaza de muerte, suplicará o pedirá ayuda. Le gustan los mimos y los piropos, al igual que tiene ciertas tendencias masoquistas: habitualmente se pueden encontrar heridas en diferentes zonas de su cuerpo, e inventa historias de lo más peculiares para explicar cómo llegaron allí. También es un mentiroso de categoría, rara vez dice algo sin exagerar o contando los hechos exactamente cómo ocurrieron. Sencillamente adorable cuando le conviene. Sorprendentemente indecente para tratarse de un ángel, es un demonio caído del cielo. Y suelen entrarle yuyus raros cuando ve su propia sangre, en añadido a un gusto desmesurado también por la ajena. Sin embargo, detrás de todo eso, Bel es un crío… y es bastante fácil sacarle de quicio.
Gustos: Que le traten como un príncipe, las cosas caras, que le digan cosas bonitas, que le hagan regalos, que le acaricien la nuca – se derrite –, comportarse como toda una puta.
Odios: Que le lleven la contraria, que le aparten el flequillo de la cara, que le despeinen, que le quiten la tiara, que le den órdenes, que le dejen a medias, el resto de ángeles blancos, Dios.
Otros:-Belphegor no es, ni mucho menos, un ángel convencional, pero no siempre fue así. Bajo el nombre de Michael - más tarde se lo cambió -, Bel era como cualquier otro, hasta que un día la curiosidad le llevó a bajar a la Tierra, donde pudo contemplar con horror cómo algunas personas vivían en la miseria y sufrían, el egoísmo de algunos humanos, las mentiras, la maldad que reinaban allí, mientras que ellos vivían en constante paz sin ser conscientes de ello. Cambió así por completo su visión de Dios y de su propia existencia y se propuso vivir una vida eterna disfrutando de todos los placeres humanos.
-Suele llevar un cuchillo metido en la bota.
-Tiene una curiosa risa.
-No es virgen, la verdad es que se ha acostado con bastantes humanos.
-Es el único ángel que no fue “cazado” en el cielo. La curiosidad le llevó a querer bajar al infierno y de camino se encontró a Mukuro, con lo que prácticamente se lo llevó de la mano allá abajo.
Imágenes:- Spoiler:
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Serie de la que procede: Katekyo Hitman Reborn!
Nombre real del personaje: Belphegor